martes, 18 de diciembre de 2012


 Flor María Bohout
Anatomía del deseo
 Bello (Colombia), 1949. Vive actualmente en Guadalajara, México

Instancias del Éxtasis



Las mujeres de Flor María Bohout se entregan a la pasión, al instinto, los excesos y al descontrol. Son mujeres  que, a diferencias de las habitantes de los paraísos de la publicidad,  ya no desean ser deseadas  sino  que desean. Y en ello se empeñan con manos, cabellos, senos,  uñas, dientes, piernas y vaginas. No le temen a la carne, sino que buscan en ella su cielo.  Y lo hacen desde una posición activa. En el juego de los sexos, se resisten a ocupar el papel del fetiche: inauguran en los imaginarios del arte colombiano la inédita categoría de la mujer-sujeto sexual.
Serie Los Amantes


Los  cuerpos de Bouhot son paganos por su ruptura definitiva con la anatomía piadosa que se había establecido en la representación de los cuerpos colombianos desde sus fuentes barrocas. Esta anatomía privilegiaba ciertos órganos, los aéreos, los relacionados con el cielo  como el rostro, las manos y los brazos, en detrimento de la zona innoble  que quedaba cerca de la tierra y debajo de la cintura, creando todo un sistema  (la anatomía en pendiente de la que habla Vigarello), de lo más valorado en la parte superior a lo más vil en la parte inferior . 

Serie Los Amantes

Los cuerpos de Flor María, al contrario son totales. Sus mujeres están representadas de los pies a la cabeza. Ya no están  fragmentadas ni por los preceptos de la anatomía piadosa  ni  por la mirada voyeurista masculina de la iconografía publicitaria. Un  deseo salvaje  rebautiza estos cuerpos y les devuelve su totalidad. En un inédito acto de autoconciencia erótica, el deseo se expresa aquí en las pestañas, en las lenguas, en la caída de las bocas, en las manos crispadas, en la tensión de las piernas, en la turgencia ce las caderas, en los dedos de los pies. Una nueva anatomía, la  del deseo, se ha  instaurado. Y es una mirada de mujer la que construye ahora estos cuerpos,  mientras mira los mecanismos y la gestualidad de su propio deseo.


Serie Carnaval, Toritos con ella

Así, estos cuerpos logran desnudarse, no sólo de vestidos, sino de clichés, estereotipos, idealidades e incluso de manierismos pornográficos.  Una tarea nada fácil, porque el tema de la desnudez  ha sido problemático en nuestra tradición.  Sin embargo, estos cuerpos   desvergonzados de Flor María, desconocen las expulsiones del Edén, las manzanas aleccionadoras, las serpientes capciosas. Se instalan sin remordimientos ni sombras en sus propios y autónomos paraísos de vida, lujuria y carne 
Cuerpos de mujer plenos, enfáticamente desnudos, decididamente sexuales, asertivos, monumentales, habitantes del exceso.



Tomado del libro "Cuerpo de Mujer: Modelo para armar" de Sol Astrid Giraldo.




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