Milena Bonilla
La sembradora
“Trabajar con
la naturaleza es trabajar con el artificio. En mi caso no se trata tanto de
hablar desde una conciencia ecológica, sino desde la aprehensión cultural que
se hace de la naturaleza, del invento de la palabra naturaleza, esa estrategia
usada para dominar algo que uno no entiende”
El artista como antropólogo es el rol que asume la artista Milena Bonilla. Su base de operaciones es la ciudad. Sus intereses: los discursos visuales, sociales, económicos, políticos y culturales. Su táctica: la observación. Sus mapas: los mentales. Su espacio: los territorios. Su estrategia: la concreción de realidades abstractas en productos o acciones cotidianas. No gracias a una estrategia metafórica, sino de choque, por medio de la cual dos lógicas implacables al entrar en contacto se desplazan, se cuestionan, se relativizan, se recargan… Los fragmentos que quedan de este combate simbólico de sentidos es su obra.
Bonilla es una consumidora voraz de los signos
visuales y sociales que produce la maquinaria del consumo. Y presta un oído
atento a los mensajes silenciosos que se ocultan detrás de la estridencia del
lenguaje publicitario. Pero no está interesada en su estética, como el pop,
sino en la contrainformación que a través de ellos puede realizarse. En este
sentido rozaría los trabajos del brasileño Cildo Meirelles, el colombiano Antonio
Caro o el español Antoni Muntadas, quienes desmontan el lenguaje publicitario y
mediático a partir de sus mismas estrategias.
La naturaleza, con su radical ambigüedad, es una de los principales
discursos alrededor de los cuales gravita su obra. Pero no se trata de la
naturaleza inflamada de los románticos, de la idealizada de los artistas
viajeros del siglo XIX, de la irrepetible en la que se buscaba la identidad
latinoamericana en el siglo XX o de un canto ecológico. La naturaleza que ella
convoca es paradójicamente un producto cultural, artificioso, político,
económico, cotidiano. Un terreno humano donde se cruzan los hilos de la
globalización y la localidad, del presente y de la historia, de lo ancestral y
el consumo, de lo innombrado y el lenguaje, de lo salvaje y lo domesticado, de
lo bucólico y lo bélico, de lo nacional y lo geopolítico
“Huerta Casera”
A la entrada del Museo de la Universidad de Antioquia o en el patio del Museo Colonial de Bogotá, instaladas muy humildemente, sin pretensiones ni señales,la artista colocó a ras de tierra una serie de maticas en envases populares. Pero lo que pareciera una apropiación de la costumbre ancestral colombiana de sembrar plantas en tarros, cobra otra dimensión cuando el espectador descubre que lo que hay plantado en un frasco de Nescafé es un cafeto; en una cajetilla de Marlboro, tabaco y, por supuesto, que de una botella de Coca-Cola emerge verde y natural una planta de coca. Así, en esta “Huerta Casera”, Milena Bonilla reflexiona sobre la inserción de los países latinoamericanos en la economía mundial, la identidad, los tráficos globales, la transformación de los signos sociales, las migraciones, las mutaciones, los intercambios. Todas ellas reflexiones políticas hechas sin virulencia, gracias a la estrategia de traer a la escena prácticas populares para cargarlas de nuevos y provocadores sentidos.
Biografía:
Milena Bonilla nació en 1975 en Bogotá. Es egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Entre sus exposiciones individuales están Limítrofe, Valenzuela Klenner (Bogotá); Dont say you love me, Valenzuela Klenner (Bogotá). Lugares comunes: bocetos para jardín. Alianza Colombo Francesa (Bogotá). Entre las colectivas están When we were here. Art Gene. Cumbria, reino Unido. Bokakaing. Publicación GPB. Fotogalleriet (Oslo), 40 Salón Nacional de Artistas . Museo de Arte Colonial (Bogotá).
A la entrada del Museo de la Universidad de Antioquia o en el patio del Museo Colonial de Bogotá, instaladas muy humildemente, sin pretensiones ni señales,la artista colocó a ras de tierra una serie de maticas en envases populares. Pero lo que pareciera una apropiación de la costumbre ancestral colombiana de sembrar plantas en tarros, cobra otra dimensión cuando el espectador descubre que lo que hay plantado en un frasco de Nescafé es un cafeto; en una cajetilla de Marlboro, tabaco y, por supuesto, que de una botella de Coca-Cola emerge verde y natural una planta de coca. Así, en esta “Huerta Casera”, Milena Bonilla reflexiona sobre la inserción de los países latinoamericanos en la economía mundial, la identidad, los tráficos globales, la transformación de los signos sociales, las migraciones, las mutaciones, los intercambios. Todas ellas reflexiones políticas hechas sin virulencia, gracias a la estrategia de traer a la escena prácticas populares para cargarlas de nuevos y provocadores sentidos.
Biografía:
Milena Bonilla nació en 1975 en Bogotá. Es egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Entre sus exposiciones individuales están Limítrofe, Valenzuela Klenner (Bogotá); Dont say you love me, Valenzuela Klenner (Bogotá). Lugares comunes: bocetos para jardín. Alianza Colombo Francesa (Bogotá). Entre las colectivas están When we were here. Art Gene. Cumbria, reino Unido. Bokakaing. Publicación GPB. Fotogalleriet (Oslo), 40 Salón Nacional de Artistas . Museo de Arte Colonial (Bogotá).
Este texto fue elaborado por la autora para el Encuentro Internacional de Arte contemporáneo MDE 07, realizado en Medellín durante 2007.
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